ESCULTURA Y
FIGURA
Se llama escultura (del latín sculptūra)
al arte de modelar el barro, tallar en piedra, madera u otros materiales.
También se denomina escultura a la obra elaborada por un
escultor.
Es una de las Bellas
Artes en la cual el escultor se expresa creando volúmenes y conformando
espacios. En la escultura se incluyen todas las artes de talla y cincel, junto
con las de fundición y moldeado. Dentro de la escultura, el uso de diferentes
combinaciones de materiales y medios ha originado un nuevo repertorio
artístico, que comprende procesos como el constructivismo y el assemblage.
En un sentido genérico, se entiende por escultura la obra artística plástica
realizada por el escultor.
Giorgio Vasari (1511-1574),
empieza Le vite de' più eccellenti pittori, scultori e architettori con un prólogo técnico que habla de
arquitectura, escultura y pintura, unas disciplinas agrupadas bajo la
denominación de «artes del diseño». La obra es un tratado informativo y valioso
sobre las técnicas artísticas empleadas en la época. En referencia a la
escultura comienza así:
... el escultor saca todo lo superfluo y
reduce el material a la forma que existe dentro de la mente del artista.
Desde tiempos remotos el
hombre ha tenido la necesidad de esculpir. Al principio lo hizo con los
materiales más simples y que tenía más a mano: piedra, arcilla y madera.
Después empleó hierro, bronce, oro, plomo, cera, yeso, plastilina, resina de poliéster y plásticos con refuerzo de fibra de vidrio, hormigón,
la cinética y la reflexión de la luz, entre otros. La escultura
tuvo en su principio una única función, su uso inmediato; posteriormente se
añadió una función ritual, mágica, funeraria y religiosa. Esta funcionalidad
fue cambiando con la evolución histórica, adquiriendo una principalmente
estética o simplemente ornamental y llegó a ser un elemento duradero o efímero
Las primeras manifestaciones escultóricas se remontan al Paleolítico
inferior, cuando el hombre cortaba el sílex percutiendo contra otra
piedra. Posteriormente utilizó el grabado, el relieve en piedra y
en huesos de animales. Hace unos 27 000 y 32 000 años
aparecen representadas unas exuberantes figuras humanas femeninas de piedra, en
una exaltación artística de la fertilidad
;son las «venus paleolíticas», como la Venus de Willendorf y
la Venus de Lespugue.Durante el período Magdaleniense se
utilizaron bastones y propulsores con motivos ornamentales. En
el Paleolítico superior, los ejemplos más abundantes son tallas u objetos
grabados que evolucionaron desde una fase más primitiva, con decoraciones más
esquemáticas, hasta llegar a la representación de figuras animalísticas que se
adaptaban a la estructura del hueso. La arcilla también fue un
material habitual. Las primeras piezas escultóricas que se conocen proceden
de Egipto, China, India y el Cercano Oriente, lugares
donde hacia el 4000 a. C. ya existían hornos para fabricar objetos
de alfarería
Uno de los avances más
importantes en la historia de la escultura fue el poder trabajar
el metal primero el bronce y
luego el hierro, que sirvió para fabricar herramientas más eficientes y,
además, obtener un nuevo material para realizar obras escultóricas. El proceso
de construcción de la obra primero en arcilla y luego vaciarla en bronce ya
se conocía en las antiguas civilizaciones griegas y por los romanos,
y es el sistema que actualmente, en el siglo XXI, todavía se utiliza.A partir
del siglo V a. C., en el último periodo del Edad del Hierro, los celtas desarrollaron
la cultura de La Tène, propagándose por toda Europa; representó una
evolución del arte de la cultura de Hallstatt. En la decoración de todos
sus objetos, espadas, escudos, broches y diademas, se pueden observar motivos
de animales, plantas y figuras humanas. A partir del siglo III a. C. se
acuñaron las primeras monedas siguiendo los modelos helénicos, así como
obras figurativas como el Dios de Bouray, realizado en chapa
de cobre repujada
Del arte púnico y grecopúnico se conservan muchas estatuas, en
general femeninas, y bustos de barro cocido, junto con una diversidad
de amuletos de marfil y de metal que se descubrieron en
las necrópolis de Ibiza y Formentera. Se calcula que las
más antiguas son obras del siglo VIII a. C. y su fabricación tuvo
continuidad hasta muy avanzada la dominación romana. En cuanto a la escultura
ibera las obras encontradas son de piedra y bronce y provienen de tres grandes
áreas del sur, centro y el levante de la Península Ibérica, destacando el
excelente busto de piedra de la Dama de Elche, de inspiración
griega.
La estatuaria arcaica fue
principalmente religiosa. Los templos se decoraban con imágenes de los dioses,
de sus hazañas y batallas, y las figuras eran poco realistas. Las korai y
los kouroi no son retratos de personas concretas, a los
rostros se les ponía una sonrisa ficticia, un gesto facial conocido en el mundo
del arte como «sonrisa arcaica». De este periodo cabe citar la Cabeza
de Dipilón, fragmento de una estatua colosal de mármol del siglo
VI a. C. y el Jinete Rampin (c. 560 a. C.) obra posterior que
presenta un tratamiento más cercano al naturalismo.La escultura griega alcanzó
un elevado grado de perfección, calidad que venía impulsada por la búsqueda de
una mejor expresión de la belleza de la figura humana; llegaron a
establecer un canon con unas proporciones consideradas «perfectas».
Desgraciadamente, el Auriga de Delfos, la pareja de los Bronces
de Riace junto con la del Dios
del cabo Artemisio forman parte de las pocas esculturas griegas en
bronce que se conservan completas.Uno de los artistas más significativo del
período clásico fue Praxíteles, autor del magnífico Hermes con
Dioniso niño . Durante el período helénico se observa que en la
creación de esculturas, hay una clara intención de intensificar el movimiento y
acentuar las emociones como se puede observar en el conjunto escultórico
de Laocoonte y sus hijos
La escultura etrusca (siglo
IX a. C.—siglo I a. C.) derivaba del arte griego, pero
también realizaron obras con unas características propias.La estatuaria
vinculada a los contextos fúnebres es, la producción etrusca más abundante y el
material de elección, por regla general, era la terracota, como el
célebre Sarcófago de los esposos.Posteriormente, la escultura
romana recibió la influencia de la etrusca y de la griega, y los artistas
romanos llegaron a realizar numerosas copias de obras griegas. Cabe destacar
las esculturas conmemorativas, como las de la Columna de Trajano (114),
donde se narran varias batallas en una espiral continua que ocupa toda la
superficie de la columna, o la Estatua ecuestre de Marco Aurelio.Pero
uno de los tipos de escultura que más desarrollaron fueron los retratos,
obras realistas con un marcado carácter psicológico que se realizaron en todo
el Imperio Romano
Las obras escultóricas más destacadas del Imperio Bizantino son
los trabajos ornamentales de los capiteles; hay buenos ejemplos en San
Vital de Rávena. Eran habituales los relieves en marfil aplicados en
cofres, dípticos o la célebre Cátedra del obispo Maximiliano, una
obra tallada hacia el año 550.Es característico del arte otoniano las pequeñas esculturas en marfil y bronce a
las que se añadían incrustaciones de piedras preciosas. También de bronce son
las puertas de la iglesia de San Miguel de Hildesheim, una obra
emparentada con el arte bizantino y el arte carolingi. Cabe
destacar las imágenes de madera recubiertas de oro que se
utilizaban como relicario. Entre estas, destaca el Crucifijo de
Gero (siglo X), en madera policromada, que se encuentra en
la catedral de Colonia.
La escultura románica (siglo
XI—siglo XIII) estaba al servicio de la arquitectura y se encuentran
muchos ejemplos en torno a las grandes rutas de peregrinaje, como la
del Camino de Santiago.Los escultores trataron diversas partes de las
iglesias — tímpanos, portadas y capiteles con historias sobre
temas bíblicos, con un gran realismo. El Maiestas Domini y
el Juicio Final fueron los temas iconográficos más
representados.El material más empleado fue la madera, que era usada para la
elaboración de imágenes de devoción como las «Vírgenes con Niño», muy
representadas por toda Cataluña y por el sur de Francia. Pero,
la imagen más importante del románico, fue el Cristo en Majestad,
destacan el Volto Santo de Lucca, en la Catedral de Milán, y también
el Cristo de Mijaran y la Majestad de Batlló en
el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
La puerta de la Catedral
de Chartres (1145) es uno de los primeros ejemplos de escultura gótica, y
en ella, entre otros personajes, están representados animales fabulosos que dan
forma a las gárgolas. En Alemania, tanto en el exterior como el interior
de la Catedral de Bamberg (siglo XIII) se encuentran unas esculturas
muy significativas, un buen ejemplo es la Estatua ecuestre del
Caballero de Bamberg. Una innovación son las esculturas sobre temas
dramáticos, con escenas de la Pasión de Cristo y la Piedad.
Al final del período gótico, en Alemania se realizaron unos
magníficos retablos, ejecutados por artistas como Tilman Riemenschneider y Veit Stoss. En el reino de
Castilla trabajaron los escultores Gil de Siloé y Alejo de
Vahía.En cuanto al reino de Aragón, Aloi de Montbrai realizó
el Retablo de los Sastres de la Catedral de Tarragona y Pere
Moragues esculpió el sepulcro de Fernández de Luna, pieza que se encuentra
en la Catedral de San Salvador de Zaragoza. También cabe destacar el
relieve de San Jorge del Palacio de la Generalidad de Cataluña ejecutado
por Pere Joan .Claus Sluter, artista flamenco, realizó la portada de la
cartuja de Champmol (Dijon) y un pedestal del pozo del claustro conocido como
el Pozo de Moisés. En Italia, en Pisa y Siena,
los escultores Nicola Pisano y su hijo Giovanni Pisano dejaron
obras de gran calidad, donde ya anuncian el paso hacia una nuevo tipo de
escultura
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